El miedo a las casas o ecofobia es el miedo a las casas, a estar en una casa, a los alrededores de la casa y a ciertos objetos en una casa. Los tipos de artículos que la gente teme en una casa varían, pero pueden ser cosas como dormitorios, baños, electrodomésticos, artículos eléctricos, etc. El origen de la palabra eco es griego (que significa casa) y la fobia es griega (que significa miedo).
La ecofobia se considera una fobia específica, que se discute en la página principal. La ecofobia es una forma de claustrofobia (miedo a los espacios confinados). La ecofobia también se llama ecofobia o ecofobia o ecofobia o oikofobia u oikiofobia. La ecofobia también está relacionada con la domatofobia (miedo a las casas o a estar en una casa) y la nostofobia (miedo a regresar a casa).
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Causas del miedo a las casas
Se ha determinado a través de diferentes estudios que el miedo a las casas, puede estar estrechamente relacionado con experiencias vivida por las personas que han resultado traumáticas. Según los expertos esto puede suceder cuando apenas son unos niños y una mala experiencia dentro de la casa los pude marcar por el resto de sus vidas.
Otros estudios aseguran que también puede darse el temor según el entorno en el que se desarrollan los niños y adolescentes, por ejemplo si los padres sufren de temores, es muy probable, que niños desarrollen esta fobia incluso sin percatarse que están sufriendo de ella, si no hasta que se presente un evento donde se confirme el estado y desarrollo del miedo a las casas.
Síntomas del miedo a la casas
Generalmente las personas que padecen de esta enfermedad presentan las siguientes síntomas:
- Ansiedad extrema,
- Temor y cualquier cosa asociada con el pánico como falta de aliento,
- Respiración rápida, latidos irregulares del corazón, sudoración, sudoración excesiva, náusea, boca seca, náusea, incapacidad para articular palabras u oraciones, boca seca y temblores.
¿Puedo tomar medicamentos?
Se pueden prescribir medicamentos, pero tenga en cuenta que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y/o sistemas de abstinencia que pueden ser graves. También es importante tener en cuenta que los medicamentos no curan las fobias, en el mejor de los casos sólo suprimen temporalmente los sistemas.
Sin embargo, existen tratamientos para las fobias, que incluyen consejería, hipnoterapia, psicoterapia y programación neurolingüística. Por favor, haga clic en la pestaña en la parte superior de la página llamada «Tratamientos» para obtener más información sobre este tipo de tratamientos.
