El miedo a las rodillas, o la genufobia, es relativamente raro. Al igual que la mayoría de las fobias, la gravedad de la genufobia varía ampliamente. Algunas personas sólo tienen miedo de ver las rodillas descubiertas en persona, mientras que otras tienen miedo de las rodillas descubiertas incluso en la película.
Las personas con esta fobia pueden tener miedo de todas las rodillas o sólo de las suyas propias. Algunas personas tienen miedo de arrodillarse.
Causas de la Genufobia
La genufobia es a menudo, pero no siempre, desencadenada por una experiencia negativa. Si usted ha experimentado una lesión traumática en la rodilla, es más probable que desarrolle este temor.
Sin embargo, la experiencia traumática no tiene por qué haberle ocurrido a usted personalmente. Ver que una lesión grave de rodilla le sucede a un amigo o pariente puede ser suficiente para desencadenar el miedo.
En algunos casos, la genufobia se desarrolla después de ver cómo se rompen las rótulas de un personaje en una película de gángsters.
Las experiencias de la niñez también pueden influir en el desarrollo de fobias. Algunos casos de genufobia pueden atribuirse a una educación altamente religiosa o culturalmente conservadora.
Muchas religiones y algunas culturas requieren una vestimenta conservadora. Elegir no revelar sus rodillas o mirar las de otra persona por razones religiosas o culturales no es diagnosticable como una fobia.
Sin embargo, puede surgir un problema en aquellos que ya no practican una religión conservadora o viven en una cultura conservadora. Muchas personas hacen la transición a una vida secular sin dificultades significativas.
Pero algunas personas se encuentran estancadas, incapaces de superar años de formación religiosa o cultural. Si usted es incapaz de superar su miedo a las rodillas, la consulta con un profesional de la salud mental o un consejero espiritual en su nueva religión de elección puede estar en orden.
Algunos casos de genufobia no tienen ninguna causa aparente. Afortunadamente, rara vez es necesario entender la causa de una fobia para poder tratarla con éxito.
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Complicaciones del miedo a las rodillas
La sociedad actual es excepcionalmente consciente del cuerpo. Desde ropa formal hasta ropa deportiva, prácticamente todas las formas de ropa ofrecen opciones cortas que muestran las piernas. Sería casi imposible salir de la casa sin ver las rodillas de otra persona.
Incluso si su miedo es estrictamente de sus propias rodillas, puede ser extremadamente difícil mantenerlas cubiertas en todo momento. Restringir su ropa sólo a aquellos artículos que cubren completamente sus rodillas podría dificultar la natación, la participación en algunos deportes o el uso de ciertas prendas de vestir.
Incluso puede ser difícil o imposible para usted aceptar ciertos trabajos, ya que algunos uniformes consisten en pantalones cortos o faldas que están por encima de la rodilla.
La intimidad también podría ser un problema. Algunas personas con genufobia son extremadamente sensibles a que les toquen las rodillas o a tocar las de otra persona. Es difícil compartir una cama con otra persona sin rozarnos las rodillas.
Miedo a arrodillarse
El miedo a arrodillarse técnicamente cae bajo el término «genufobia», aunque puede ser un miedo totalmente distinto. Algunas personas con miedo a arrodillarse también se sienten incómodas con las rodillas en general, pero muchas no lo son.
En cambio, el miedo a arrodillarse a menudo tiene sus raíces en la auto-conciencia o en el miedo a la sumisión y la vulnerabilidad. Esta fobia puede causar dificultades en la práctica religiosa, en algunos deportes y en el desempeño de ciertas tareas laborales.
Algunas personas no pueden arrodillarse debido a condiciones médicas. Aunque puede haber algún miedo afiliado al dolor o a no poder levantarse, esto no se considera realmente una fobia. Sin embargo, es posible desarrollar un miedo a arrodillarse durante una lesión temporal que no disminuye cuando la lesión sana.
Cómo sobrellevar el miedo a las rodillas
Al igual que la mayoría de las fobias, el miedo a las rodillas varía ampliamente en cuanto a su gravedad y al nivel al que afecta la vida de las personas que las padecen.
Muchas personas tienen un miedo relativamente leve que puede mantenerse bajo control simplemente apartando la vista de las rodillas de otras personas. Sin embargo, si su fobia es más grave, es posible que necesite asistencia profesional.
Su terapeuta trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento para superar su miedo. Se pueden utilizar técnicas cognitivo-conductuales, hipnoterapia y otras medidas. Si su miedo está afectando su vida, pídale a su terapeuta algunas técnicas para mantener su miedo bajo control mientras se somete al tratamiento.
Si pretendéis que alguien que padece la genufobia lea este artículo… ¿por qué lo primero que se ve es la imagen de una rodilla?