El miedo a los espacios cerrados, describe un trastorno mental acompañado de un miedo exagerado a estar en espacios cerrados o confinados. La fobia, también conocida en el lenguaje coloquial como claustrofobia, se desencadena por experiencias negativas que varían de un paciente a otro. Igualmente diversos son los síntomas de la claustrofobia, que a menudo llevan a restricciones considerables en la vida cotidiana y a veces incluso al aislamiento social y profesional.
Posibles causas de la claustrofobia
- Los desencadenantes del miedo de pánico a los espacios cerrados varían de un caso a otro y pueden ser experiencias traumáticas, así como experiencias negativas en la vida social o una relación perturbada con uno mismo.
- Los síntomas de la claustrofobia no tienen por qué aparecer inmediatamente después de un determinado acontecimiento, sino que también pueden manifestarse de forma repentina y aparente sin razón aparente años o incluso décadas más tarde.
Experiencias infantiles
- En muchos casos, las causas de la claustrofobia se entierran en la niñez.
- Los niños y adolescentes que han sido encerrados repetidamente en una habitación u otra habitación aislada por sus padres o maestros como castigo a menudo desarrollan claustrofobia en la edad adulta.
- También es posible que el trastorno de ansiedad ocurra porque, de niño, el niño fue encerrado en un espacio limitado como un armario o empujado a un rincón y amenazado por sus compañeros de clase.
Carga de tensión
- El estrés excesivo en el trabajo o en la vida privada también puede desencadenar este trastorno de ansiedad.
- A menudo la persona afectada sufre de presión profesional para desempeñarse, se siente restringida en una relación o por una autoestima reducida, pero no puede procesar o comunicar esto.
- A menudo tales experiencias negativas se transfieren subconscientemente a espacios estrechos como símbolos que realmente se pueden captar.
Separaciones, Pérdidas – Traumas
- Las separaciones de los seres queridos, la muerte de un ser querido, un accidente y situaciones amenazantes también pueden desencadenar la claustrofobia.
- A menudo el lugar donde ocurrió la experiencia traumática juega un papel importante.
- Por ejemplo, si una persona está encerrada en un vehículo después de un accidente, puede desarrollar miedo al pánico de estar en un automóvil o autobús.
- El desarrollo de la claustrofobia como consecuencia de una experiencia traumática o del estrés depende, por un lado, de la sensibilidad individual de la persona y, por otro, de su predisposición genética y de su estilo de vida.
Síntomas y consecuencias
- Dependiendo de la naturaleza del trastorno de ansiedad y de la constitución mental de la persona afectada, la claustrofobia puede manifestarse en un temor concreto al confinamiento de lugares limitados espacialmente o en un miedo de pánico a la asfixia.
- Un rasgo característico de esta enfermedad es que incluso la mera idea de tener que entrar en un espacio confinado desencadena el pánico.
- Esto lleva a reacciones físicas típicas de los trastornos de ansiedad, que son causadas por los nervios y pueden manifestarse de muchas maneras diferentes como ataques de pánico.
Pérdida de control
- Las personas afectadas a menudo sufren de dificultad respiratoria aguda en espacios confinados.
- La sudoración, la opresión en el pecho, las náuseas repentinas, el dolor y las palpitaciones también son síntomas comunes de la claustrofobia.
- Muchos pacientes sufren de mareos o empiezan a temblar cuando están en un ascensor, en un transporte público abarrotado, en un avión o en un coche.
- El miedo puede ser tan fuerte que la persona afectada se desmaya, pierde el control de sí misma o siente un miedo concreto a la muerte.
Estrategias de evasión y comportamiento de escape
- La mayoría de los pacientes reaccionan de forma natural a sus miedos con un comportamiento de evasión o tácticas de evasión selectivas, que conducen a restricciones considerables en la vida diaria.
- Los afectados intentan evitar toda estancia en habitaciones cerradas lo mejor que pueden.
- Esto significa que no utilizan el transporte público o los coches, por ejemplo, sino que viajan diariamente a pie o en bicicleta.
- El uso de ascensores, cuya mera idea desencadena un verdadero horror en muchas personas con claustrofobia, también se evita sistemáticamente.
- Muchos de los afectados incluso encuentran un gran desafío permanecer en habitaciones donde las ventanas o puertas están cerradas.
- El miedo no sólo se manifiesta en locales extranjeros como en el entorno profesional o en edificios públicos, sino que también puede ocurrir dentro de las propias cuatro paredes.
Aislamiento social – depresión
- A veces el miedo a los espacios cerrados es tan pronunciado que las personas afectadas ya no pueden ni siquiera permanecer en habitaciones de cualquier tipo.
- Bajo ciertas circunstancias esto puede llevar a la pérdida del trabajo.
- Las citas importantes en los consultorios públicos o con el médico se convierten en una gran carga psicológica y física o ya no se notan.
- Los contactos sociales no se pueden mantener o sólo se pueden mantener de forma limitada si las reuniones con amigos y familiares en salas cerradas como teatros y cines, piscinas o restaurantes no son posibles o causan una ansiedad considerable.
- Por lo tanto, no es raro que los pacientes sufran de aislamiento social, lo que puede llevar a una depresión severa.
Tratamiento
- Los antidepresivos como los ISRS o los fármacos tricíclicos se utilizan para tratar la ansiedad claustrofóbica, que puede aumentar hasta los ataques de pánico, y/o los enfoques psicoterapéuticos como la terapia conductual, la psicoterapia basada en la psicología profunda y el psicoanálisis.
- En la terapia conductual, la confrontación y el descubrimiento de patrones de comportamiento interpersonales juegan un papel importante; en las psicoterapias y psicoanálisis basados en la psicología profunda.
- El descubrimiento de motivos ocultos, es decir, inconscientes, que aún no han sido comprendidos; el síntoma se entiende aquí como un intento de encontrar un compromiso.
- De los procedimientos de confrontación posibles en el marco de la terapia conductual, se suele llevar a cabo la llamada exposición graduada.
- Además, recientemente se han experimentado técnicas de realidad virtual, que han funcionado en otras fobias como por ejemplo el miedo a conducir.
- Esta es una terapia de exposición que utiliza programas computarizados.