Miedo a los sonidos también llamado clínicamente como misofonía, cuyo sinónimo podríamos llamarlo síndrome de sensibilidad acústica selecta, frecuencia del sonido. Las personas que son sensibles a ciertos sonidos a veces se las arreglan bloqueándolos.
La misofonía, literalmente «odio al sonido», fue propuesta en el año 2000 como una condición en la que las emociones, pensamientos y reacciones físicas negativas son desencadenados por sonidos específicos.
La misofonía no está clasificada como una afección auditiva o psiquiátrica, no hay criterios diagnósticos estándar y hay poca investigación sobre qué tan común es o el tratamiento. Los defensores sugieren que la misofonía puede afectar negativamente la capacidad de alcanzar las metas de la vida y disfrutar de las situaciones sociales.
El tratamiento consiste en desarrollar estrategias de afrontamiento a través de la terapia cognitivo-conductual y la terapia de exposición.
Signos y síntomas
A partir de 2016, la literatura sobre la misofonía era limitada.1] Algunos estudios pequeños muestran que las personas con misofonía generalmente tienen fuertes sentimientos negativos, pensamientos y reacciones físicas a sonidos específicos, que la literatura llama «sonidos desencadenantes».
- Estos sonidos son aparentemente suaves, pero pueden ser fuertes.
- Un estudio encontró que alrededor del 80% de los sonidos estaban relacionados con la boca (comer, sorber, masticar o chicle, susurrar, etc.), y alrededor del 60% eran repetitivos.
- Se puede desarrollar un disparador visual relacionado con el sonido del disparador.
- También parece que una reacción errónea puede ocurrir en ausencia de un sonido real.
- Las reacciones a los desencadenantes pueden incluir la agresión hacia el origen del sonido, dejándolo, permaneciendo en su presencia pero sufriendo, tratando de bloquearlo o tratando de imitarlo.
- La primera reacción maléfica puede ocurrir cuando una persona es joven y puede originarse de alguien en una relación cercana, o de una mascota.
- Las personas con misofonía son conscientes de que lo experimentan y algunos lo consideran anormal; el trastorno que causa en sus vidas va de leve a grave.
- La evasión y otros comportamientos pueden dificultar que las personas con esta afección alcancen sus metas y disfruten de las interacciones interpersonales.
Causa
- Se desconoce el mecanismo de la miofonía, pero parece que, al igual que la hiperacusia, puede ser causada por una disfunción del sistema auditivo central en el cerebro y no en los oídos.
- El origen y el contexto percibidos del sonido parecen ser esenciales para desencadenar una reacción.
Diagnóstico
- No existen criterios de diagnóstico estándar.
- La misofonía se distingue de la hiperacusia, que no es específica de un sonido dado y no implica una reacción fuerte similar, y de la fonofobia, que es un miedo a un sonido específico, pero puede ocurrir con cualquiera de los dos.
- No está claro si las personas con misofonía por lo general tienen afecciones comórbidas ni si hay un componente genético.
También puedes leer acerca de:Miedo A los Payasos: Origen, Causas, Síntomas, Tratamiento
Clasificación
- El diagnóstico de la misofonía no está reconocido en el DSM-IV ni en el ICD 10, y no está clasificado como un trastorno auditivo o psiquiátrico.
- Puede ser una forma de sinestesia de emociones sonoras y tiene paralelismos con algunos trastornos de ansiedad.
- A partir de 2015 no estaba claro si la misofonía debía clasificarse como un síntoma o como una afección.
Epidemiología
- Se desconoce la prevalencia; no se sabe si los hombres o las mujeres o las personas de más edad o más jóvenes tienen más probabilidades de padecer misofonía.
Tratamiento
- Terapia cognitivo-conductual
- No existen tratamientos basados en la evidencia para la afección; por lo general, los proveedores de atención médica tratan de ayudar a las personas a lidiar con ella reconociendo lo que la persona está experimentando y trabajando en estrategias para lidiar con ella.
- Se han publicado algunos estudios pequeños sobre el uso de la sonoterapia similar a la terapia de reentrenamiento del tinnitus y sobre la terapia cognitivo-conductual y particularmente la terapia de exposición, para ayudar a las personas a ser menos conscientes del sonido desencadenante.
- Ninguno de estos enfoques ha sido suficientemente estudiado para determinar su efectividad.