Una persona con dispraxia tiene problemas de movimiento, coordinación, juicio, procesamiento, memoria y algunas otras habilidades cognitivas, también afecta los sistemas inmunológico y nervioso del cuerpo.
¿Que es la dispraxia?
Es también conocido como trastorno de coordinación del desarrollo que comienza en infancia, se sabe que afecta la planificación de los movimientos y la coordinación como resultado de mensajes cerebrales que no se transmiten con precisión al cuerpo y deficiencias en movimientos motores hábiles según la edad cronológica de un niño que debe interferir con las actividades de la vida diaria, este trastorno progresa hacia la edad adulta, por lo tanto, es una condición de por vida.
Las personas pueden variar en la forma en que se presentan sus dificultades, estas pueden cambiar con el tiempo dependiendo de las demandas ambientales y las experiencias de la vida. Las dificultades de coordinación de un individuo pueden afectar la participación y el funcionamiento de las habilidades de la vida cotidiana en la educación, el trabajo y el empleo.
Los niños pueden presentar dificultades para cuidar de sí mismos, escribir, andar en bicicleta y jugar, así como otras actividades educativas y recreativas. En la edad adulta, muchas de estas dificultades continuarán, así como el aprendizaje de nuevas habilidades en el hogar, en la educación y el trabajo, como conducir un automóvil. Puede haber una variedad de dificultades concurrentes que también pueden tener graves impactos negativos en la vida diaria, estos incluyen dificultades sociales y emocionales, así como problemas con la gestión del tiempo, la planificación y la organización personal, también pueden afectar la educación de un adulto o las experiencias de empleo.
Muchas personas experimentan dificultades con la memoria, la percepción y el procesamiento, aunque este trastorno se considera a menudo como un término genérico para cubrir las dificultades de coordinación motora, la dispraxia se refiere a aquellas personas que tienen problemas adicionales para planificar, organizar y llevar a cabo los movimientos en el orden correcto en situaciones cotidianas.
Síntomas de la dispraxia
Varias áreas de desarrollo pueden verse afectadas por el trastorno de coordinación del desarrollo y estas persistirán en la edad adulta, ya que no tiene cura.
Además de los impedimentos físicos, se asocia con problemas con la memoria, especialmente la memoria de trabajo, esto normalmente resulta en dificultad para recordar las instrucciones, dificultad para organizar el tiempo y recordar los plazos, mayor propensión a perder cosas o problemas para llevar a cabo tareas que requieren recordar varios pasos en secuencia (como cocinar). Sin embargo, muchos tienen excelentes recuerdos a largo plazo, a pesar de la mala memoria a corto plazo.
Muchos se benefician del trabajo en un entorno estructurado, ya que repetir la misma rutina minimiza la dificultad con la administración del tiempo y les permite comprometer los procedimientos con la memoria a largo plazo.
A veces también tienen dificultades para moderar la cantidad de información sensorial que su cuerpo les envía constantemente, por lo que son propensos a la sobrecarga sensorial y los ataques de pánico.
Experimentan dificultades de moderadas a extremas para realizar tareas físicas, y la fatiga es común debido a que se gasta tanta energía extra al intentar ejecutar movimientos físicos correctamente.
Desarrollo motor grueso
El movimiento del cuerpo entero y los problemas de coordinación motriz significan que los principales objetivos de desarrollo, como caminar, correr, escalar y saltar, pueden verse afectados. Las dificultades varían de persona a persona y pueden incluir lo siguiente:
- Poco equilibrio.
- Tropezar con los propios pies también es común.
- Dificultad para combinar movimientos en una secuencia controlada.
- Dificultad para recordar el siguiente movimiento en una secuencia.
- Problemas con la conciencia espacial o propiocepción.
- Problemas para agarrar y sostener objetos simples como lápices.
- Torpeza hasta el punto de derribar cosas y chocar contra personas accidentalmente.
- Dificultad para determinar la izquierda de la derecha.
- Problemas para masticar alimentos.
Desarrollo motor fino
Los problemas de motricidad fina pueden causar dificultades con una amplia variedad de otras tareas, como usar cuchillo y tenedor, abrocharse los botones y los cordones de los zapatos, cocinar, cepillarse los dientes, peinarse, afeitarse, aplicar cosméticos, abrir frascos y paquetes y hacer tareas domésticas.
Las dificultades con la coordinación motriz fina conducen a problemas con la escritura a mano, que pueden deberse a dificultades ideacionales o ideomotrices. Los problemas asociados con esta área pueden incluir:
- Aprendizaje de patrones básicos de movimiento.
- Desarrollar una velocidad de escritura deseada.
Dispraxia verbal del desarrollo
Es un tipo de dispraxia ideacional que causa trastornos del habla y del lenguaje.
Los problemas clave incluyen:
- Dificultades para controlar los órganos del habla.
- Dificultades para hacer sonidos de habla.
- Dificultad para secuenciar sonidos.
- Formar palabras en oraciones.
- Dificultad para controlar la respiración, suprimir la salivación y la fonación cuando habla o canta con letras.
- Lento desarrollo del lenguaje.
Causas de la dispraxia
La causa es desconocida, pero la afección puede ser el resultado de la alteración del desarrollo de las células cerebrales, existen problemas dentro de la corteza prefrontal del cerebro, que es responsable del funcionamiento ejecutivo, del pensamiento de orden superior, y del cerebelo, que se asocia con las habilidades motoras. La investigación sugiere que las relaciones dentro de las vías neuronales que conectan estas dos áreas del cerebro ayudan a explicar por qué los trastornos del neurodesarrollo, como la dispraxia, afectan a una variedad de capacidades cognitivas, de movimiento y conductuales.
Un informe de la Universidad de Hull en Inglaterra dice que la dispraxia es «probablemente hereditaria, varios genes han sido implicados, hay muchos miembros dentro de una familia que se ven afectados de manera similar».
Tratamientos para la dispraxia
Aunque la dispraxia no es curable, con el tratamiento el individuo puede mejorar, cuanto antes se diagnostique a un niño, mejor será su pronóstico. Los siguientes especialistas suelen tratar a las personas con:
Terapia ocupacional
Un terapeuta ocupacional evaluará cómo el niño se las arregla con las funciones cotidianas tanto en el hogar como en la escuela, luego ayudarán al niño a desarrollar habilidades específicas para las actividades diarias que le resultan difíciles.
Terapia de habla y lenguaje
El patólogo del habla y del lenguaje realizará una evaluación del habla del niño y luego implementará un plan de tratamiento para ayudarlos a comunicarse de manera más efectiva.
Entrenamiento motor perceptual
Esto implica mejorar el lenguaje, el aspecto visual, el movimiento y las habilidades auditivas del niño. El individuo se establece una serie de tareas que gradualmente se vuelven más avanzadas, el objetivo es desafiar al niño para que mejore, pero no tanto porque se vuelva frustrante o estresante.
Terapia equina
En un estudio publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine, un equipo de investigadores irlandeses, británicos y suecos evaluó los efectos de la terapia equina (equitación terapéutica) en un grupo de 40 niños de entre 6 y 15 años con dispraxia.
Los niños participaron en seis sesiones de equitación que duro 30 minutos cada una, así como dos sesiones de proyección audiovisual con el mismo tiempo. Descubrieron que la terapia de equitación estimulaba y mejoraba la cognición, el estado de ánimo y los parámetros de la marcha de los participantes, los autores agregaron que «los datos también apuntaban al valor potencial de un enfoque audiovisual».
Juego activo
Los expertos dicen que el juego activo, cualquier jugada que involucre actividad física que puede ser al aire libre o dentro del hogar, ayuda a mejorar la actividad motora. El juego es una forma en que los niños aprenden sobre el medio ambiente y sobre sí mismos, y en particular para los niños de 3 a 5 años; es una parte crucial de su aprendizaje.
El juego activo es donde el aprendizaje físico y emocional de un niño pequeño, su desarrollo del lenguaje, su conciencia especial, el desarrollo de lo que son sus sentidos, todo se une. Cuantos más niños participen en el juego activo, mejor interactuarán con otros con éxito.
Trastornos asociados y consecuencias secundarias
Las personas que tienen dispraxia también pueden tener una o más de estas condiciones comórbidas:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) (falta de atención, hiperactividad, conducta impulsiva).
- Trastorno del espectro autista.
- Discalculia (dificultad con los números).
- Disgrafía (incapacidad de escribir o dibujar).
- Dislexia (dificultad con la lectura y la ortografía).
- Hipotonía (tono muscular bajo).
- Trastorno del procesamiento sensorial.
- Deterioro específico del lenguaje.
- Déficits de percepción visual.
Sin embargo, es poco probable que tengan todas estas condiciones. El patrón de dificultad varía ampliamente de persona a persona, y es importante comprender que un área de mayor debilidad para una dispráxica puede ser un área de fortaleza o regalo para otra.
Por ejemplo, aunque algunos tienen dificultades con la lectura y la ortografía debido a una superposición con la dislexia, o aritmética debido a una superposición con la discalculia, otros pueden tener una lectura brillante y ortografía o habilidades matemáticas. Algunas estimaciones muestran que hasta el 50% de los que sufren de dispraxia tienen TDAH.
