Cuando los padres empiezan a buscar en Google problemas de comportamiento, muchas veces tiene que ver con el trastorno de oposición desafiante, ya sea que tu hijo tenga o no este tipo de trastorno, aprender sobre ello puede ser útil. Esto se debe a que las estrategias de manejo de la conducta utilizadas en el tratamiento son técnicas basadas en evidencia que todos los padres se beneficiarán de conocer.
¿Que es el trastorno de oposición desafiante?
Es una condición en la cual un niño muestra un patrón continuo de un estado de ánimo enojado o irritable, comportamiento desafiante o argumentativo, y venganza hacia la gente en autoridad. El comportamiento del niño a menudo interrumpe sus actividades diarias normales, incluyendo actividades dentro de la familia y en la escuela.
Muchos niños y adolescentes con este trastorno también tienen otros problemas de comportamiento, como el trastorno por déficit de atención, problemas de aprendizaje, trastornos del estado de ánimo (como la depresión) y trastornos de ansiedad. Algunos niños con el trastorno de oposición desafiante desarrollan un trastorno de conducta más grave.
Los estudios de imágenes cerebrales también han sugerido que los niños con el trastorno pueden tener diferencias sutiles en la parte del cerebro responsable del razonamiento, el juicio y el control de los impulsos. Los estudios psicológicos también han demostrado que los niños que muestran comportamiento agresivo tienen problemas para identificar e interpretar con precisión las señales sociales de sus compañeros.
Específicamente, los niños agresivos tienden a ver intenciones hostiles en situaciones neutrales, también generan menos soluciones a los problemas y esperan ser recompensados por sus respuestas agresivas. La falta de estructura o supervisión de los padres, las prácticas disciplinarias inconsistentes y la exposición al abuso o a la violencia en la comunidad también se han identificado como factores que pueden contribuir al desarrollo.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de oposición desafiante?
Aunque muchos de los signos y síntomas pueden ser aparentes en todos los niños en algún momento durante su desarrollo, si tu hijo ha sido diagnosticado con la afección, entonces estos síntomas serán tan frecuentes y severos que afectarán negativamente tu aprendizaje y tus relaciones sociales.
Si tu hijo también tiene afecciones conductuales o del estado de ánimo relacionadas, como el autismo o el trastorno bipolar, puede ser difícil diagnosticar los síntomas específicos del trastorno de oposición desafiante, por lo que puede ser necesaria una evaluación exhaustiva cuando la afección existe junto con otros trastornos relacionados.
Los siguientes son algunos ejemplos de señales y síntomas que pueden ser evidencia de que un niño está luchando con el trastorno:
Síntomas de comportamiento
- Perder fácilmente los estribos / hacer berrinches repetidos.
- Discutir por todo.
- Pelear.
- Negarse a seguir las reglas.
- Actuar deliberadamente de manera que moleste a los demás.
- Culpar a los demás.
- Hostilidad flagrante hacia los demás.
- No estar dispuesto a comprometerse o negociar.
- Destruir voluntariamente las amistades.
- Ser rencoroso y buscar venganza.
- Desobediencia flagrante y repetida.
Síntomas cognitivos
- Frustración frecuente,
- Dificultad para concentrarse.
- Falta de «pensar antes de hablar».
Síntomas psicosociales
- Dificultad para hacer amigos.
- Pérdida de autoestima.
- Negatividad persistente.
- Sentimientos consistentes de molestia.
¿Qué causa el trastorno de oposición desafiante?
Las causas específicas que podrían atribuirse a la aparición de este tipo de trastorno no pueden reducirse a un factor específico. Se cree ampliamente que una combinación de factores trabajan juntos para hacer que una persona desarrolle los síntomas del trastorno de oposición desafiante. Los siguientes son algunos ejemplos de varias causas y factores que pueden jugar un papel en el desarrollo:
Biológico
Algunos estudios sugieren que los defectos o lesiones en ciertas áreas del cerebro pueden llevar a problemas serios de comportamiento en los niños. Además, este trastorno se ha relacionado con el funcionamiento anormal de ciertos tipos de químicos cerebrales o neurotransmisores, estos químicos cerebrales trabajan para ayudar a mantener el equilibrio adecuado de los químicos cerebrales. Cuando existe un desequilibrio y los mensajes son repentinamente incapaces de comunicarse adecuadamente con otros aspectos del cerebro, se pueden presentar síntomas.
Genética
Es común que los niños a los que se les diagnostica tengan miembros de la familia que también sufren de varias enfermedades mentales, tales enfermedades pueden incluir trastornos del estado de ánimo, trastornos de la personalidad y trastornos de ansiedad.
Este hecho sugiere que lo más probable es que exista un componente genético que lleve a una persona a ser más susceptible a desarrollar un trastorno desafiante de oposición, a diferencia de una persona que no haya estado expuesta al mismo tipo de genética.
Medioambiental
El medio ambiente en el que se cría a una persona puede tener un efecto significativo sobre si puede o no caer en los síntomas del trastorno negativista desafiante. Si un niño está rodeado de una vida familiar un tanto caótica (donde prevalecen la violencia, las discusiones y otras formas de discordia general), no sería irrazonable asumir que el niño podría empezar a actuar en consecuencia.
De manera similar, si los niños están expuestos a la violencia o tienen amigos que se comportan de manera destructiva e imprudente, es más probable que esos niños también comiencen a mostrar síntomas de comportamiento que se correlacionan con la aparición del trastorno.
Factores de riesgo
- Discordia familiar.
- Vida familiar disfuncional.
- Exposición a la violencia.
- Antecedentes de enfermedad mental en la familia.
- Exposición al abuso de sustancias.
- Paternidad inconsistente (disciplina inconsistente, interacción inconsistente, entre otros.)
- Abuso / descuido.
¿Cómo se diagnostica el trastorno de oposición desafiante?
Al igual que con los adultos, las enfermedades mentales en los niños se diagnostican con base en signos y síntomas que sugieren una enfermedad en particular como este tipo de trastorno. Si los síntomas están presentes, el médico comenzará una evaluación realizando una historia médica completa y un examen físico. Aunque no hay pruebas de laboratorio para diagnosticarlo específicamente, el médico a veces puede usar pruebas tales como estudios de neuroimagen o exámenes de sangre si sospecha que puede haber una explicación médica para los problemas de comportamiento que ocurren, también se buscará signos de otras afecciones que a menudo se presentan junto con el trastorno de oposición desafiante como la depresión.
Si el médico no puede encontrar una causa física para los síntomas, es probable que remita al niño a un psiquiatra o psicólogo, profesionales de la salud mental especialmente capacitados para diagnosticar y tratar enfermedades mentales en niños y adolescentes.
El médico basa su diagnóstico en informes de los síntomas del niño y su observación de la actitud y comportamiento del niño, a menudo debe confiar en los informes de los padres, maestros y otros adultos porque los niños tienen problemas para explicar sus problemas o entender sus síntomas.
¿Cual es el tratamiento para el trastorno de oposición desafiante?
No existe un tratamiento único para todos los niños y adolescentes con trastorno de oposición desafiante, el plan de tratamiento más efectivo será individualizado según las necesidades de cada niño y familia. Las modalidades de tratamiento específicas pueden ser útiles para un niño en particular, dependiendo de su edad, la gravedad de los problemas que presenta y los objetivos, recursos y circunstancias de la familia.
El tratamiento debe ser administrado por una duración adecuada (generalmente varios meses o más) y puede requerir múltiples episodios, ya sea de forma continua o como sesiones de refuerzo periódicas, a menudo incluye tanto terapia individual como terapia familiar, también puede incluir el trabajo con el maestro o la escuela del niño, el uso de medicamentos, aunque la medicación sola rara vez se consideraría una intervención adecuada o apropiada para los niños con este trastorno
El tratamiento suele consistir en una combinación de lo siguiente:
Psicoterapia: Está dirigida a ayudar al niño a desarrollar habilidades más efectivas para lidiar y resolver problemas, y maneras de expresar y controlar el enojo.
La terapia cognitivo conductual individual, es donde un psicólogo trabajará con el niño para mejorar:
- Habilidades de manejo de la ira.
- Habilidades comunicativas.
- Control de impulsos.
- Habilidades para resolver problemas.
También pueden ser capaces de identificar los factores contribuyentes potenciales.
La terapia familiar, es donde un psicólogo trabajará con toda la familia para hacer cambios, esto puede ayudar a los padres a encontrar apoyo y aprender estrategias para manejar el trastorno de su hijo.
La terapia de interacción padre-hijo, donde los terapeutas entrenarán a los padres mientras interactúan con sus hijos. Los padres pueden aprender técnicas de crianza más efectivas.
Grupos de pares: El niño puede aprender a mejorar sus habilidades sociales y sus relaciones con otros niños.
Medicación: Aunque no hay ningún medicamento que esté científicamente establecido o formalmente aprobado para tratar el trastorno, a veces se pueden usar medicamentos para tratar síntomas (impulsividad, irritabilidad, entre otros) u otras enfermedades mentales que pueden estar presentes, como la depresión.
Prevención del trastorno de oposición desafiante en la infancia
Algunos expertos creen que se produce una secuencia de experiencias de desarrollo del trastorno negativista desafiante, esta secuencia puede comenzar con prácticas ineficaces de crianza de los hijos, seguidas de dificultades con otras figuras de autoridad e interacciones deficientes entre iguales. A medida que estas experiencias se acumulan y continúan, los comportamientos de oposición se convierten en un patrón de comportamiento.
Aunque podría no ser posible prevenirlo, reconocer y actuar sobre los síntomas cuando aparecen por primera vez puede minimizar la angustia para el niño y la familia, y prevenir muchos de los problemas asociados con el trastorno.
Los miembros de la familia también pueden aprender los pasos a seguir si aparecen signos de recaída (retorno de los síntomas). Además, proporcionar un ambiente hogareño acogedor, de apoyo y consistente con un equilibrio de amor y disciplina podría ayudar a reducir los síntomas y prevenir episodios de comportamiento desafiante.
Estrategias para controlar el trastorno de oposición desafiante
Los padres pueden ayudar a sus hijos a manejarlo de la siguiente manera:
- Aumentar los refuerzos positivos y reducir los refuerzos negativos.
- Usar castigos consistentes por mal comportamiento.
- Usar respuestas predecibles e inmediatas de los padres.
- Modelar interacciones positivas en el hogar.
- Reducir los factores desencadenantes ambientales o situacionales (por ejemplo, si las conductas perturbadoras de su hijo parecen aumentar con la falta de sueño, asegúrate de que duerma lo suficiente).
Los adultos con este tipo de trastorno pueden controlarlo de la siguiente manera:
- Aceptar la responsabilidad de sus acciones y comportamientos.
- Usar la atención y la respiración profunda para mantener su temperamento bajo control.
- Encontrar actividades que alivien el estrés, como el ejercicio.